En
el campo de la psicología, el psicólogo intentará hacer un
psicodiagnóstico cuando a través de los
métodos propios a la psicología intente
llegar a alguna conclusión acerca de las
características de una persona, de un
grupo de personas o de un hecho psicológico en sí.
El psicodiagnóstico es el resultado de un
examen detallado o de un estudio minucioso sobre algunas muestras conductuales. Para
realizar un psicodiagnóstico se deben conocer
los principios básicos de la
psicología, la neurología, la estadística, de la psicología diferencial… Se
debe conocer el desarrollo evolutivo del ser humano, las técnicas
experimentales psicológicas, las modernas técnicas grupales…
Convienen ahora diferenciar algunos ámbitos de aplicación del psicodiagnóstico:
En la psicología
clínica el psicodiagnóstico se trata
de la aplicación en el campo clínico de
los resultados y métodos de todas las
disciplinas psicológicas antes citadas,
para lograr un conocimiento del individuo o cliente en todas sus dimensiones.
Tomando su información del método clínico cuya base es la observación y el análisis de los casos individuales. El arte clínico
consiste en diagnosticar, en describir los esquemas generales conocidos de una determinada afección, en la propia individualidad
del cliente.
En la psiquiatría
el psicodiagnóstico se realizara a
partir de la conducta de sujeto en términos de mayor o menor adaptación a la normativa existente, dentro de los ambientes
socioculturales en que se mueve el
sujeto, mediante pruebas psicometrías sobre las funciones intelectuales,
pensamiento conceptual y especialmente
mediante tests de estructura de la personalidad. Cuando en dichos datos
aparezcan divergencias que no puedan ser explicadas basándose en factores o razones de tipo social, cultural, familiar,
educacional, se deberá remitir el caso
al especialista psiquiátrico para que
decida en que medida la forma de ser conductual
del sujeto presenta características
patológicas.
El psicodiagnóstico neurológico trata de analizar los
trastornos o modificaciones de las conductas psicológicas normales,
debido a lesiones centrales.
El
psicoterapeuta es la persona con
buenos conocimientos de psicología
dinámica que se encargará directamente
de la recuperación o tratamiento
de los enfermos con trastornos de la conducta. El área de labor de tal
especialista es muy amplio ya que a el
le compiten todo tipo de desadaptaciones,
escolares, familiares y sociales.
En la psicología
escolar el psicodiagnóstico consistirá en
vigilancia estrecha a cada uno de
los componentes de la comunidad escolar,
a fin de detectar toda posible dificultad
o anomalía, o bien sea a nivel de aprendizaje escolar
o a nivel de adaptación de la
escuela, a fin de poder actuar de forma
preventiva y reeducativa, lo que lleva
acabo mediante pruebas concebidas para
descubrir anomalías al desarrollo.
La psicología
industrial es el tercer y gran campo de aplicación de la psicología y el psicodiagnóstico,
proponiéndose conseguir dos objetivos:
La adaptación del hombre a
su trabajo.
La adaptación del trabajo al
hombre.
El psicodiagnóstico consistirá en establecer unos perfiles de aptitudes de los sujetos, destacando
aquellos cuyo perfil se ajuste mayormente
al del puesto a cubrir. Para ello utiliza
tests aptitudinales, cuestionarios de la personalidad, pruebas proyectivas,
cuestionarios de intereses profesionales, etc.
El Psicodiagnóstico es un proceso, que tiene
diversos objetivos y etapas.
Objetivos:
Objetivos:
· Lograr
un acercamiento al examinado.
· Tener
una visión más dinámica del examinado, comprendiendo e integrando los elementos
parciales de éste.
· Describir
al examinado, en algún aspecto específico (ejemplo: capacidad intelectual,
personalidad, habilidades específicas, etcétera) o en su totalidad, de acuerdo
a un propósito inicial (ejemplo: definición de adecuación a un cargo en caso de
selección de personal, diagnóstico clínico diferencial, entrega de información
con fines pedagógicos, etcétera).
Etapas:
·
Contacto inicial: puede
ocurrir incluso antes de que el paciente acuda a la consulta (llamado
telefónico u hojas de derivación o de interconsulta). Indica quién pide la
consulta y a quién tiene que responder el psicodiagnóstico.
·
Entrevista inicial: permite
obtener el motivo de consulta (manifiesto y latente), el rapport (relación
entre entrevistador y entrevistado) y realizar la planificación de la
evaluación, es decir, qué pruebas se van a aplicar al examinado y en qué orden.
Esto último es importante ya que hay distintas evaluaciones para distintas áreas
a evaluar. La confección de la batería de tests a aplicar a un sujeto
determinado debe realizarse de acuerdo a lo que se necesita saber de él, lo que
va a estar estrechamente ligado a su motivo de consulta. También influye en
esto la edad del examinado y el tiempo del que se dispone para realizar el
proceso de psicodiagnóstico.
·
Aplicación de la evaluación:
administración de tests y otras herramientas diagnósticas.
·
Cierre del proceso y
devolución de la información: se realiza a través de una breve entrevista con
el examinado. Es una fase clave y muy necesaria. Lo mínimo que puede darse al
examinado, que ha vivido un proceso de auto-exposición en el que ha depositado
ansiedades y temores, es una respuesta. Consiste en una explicación estratégica
de lo que se encontró en el proceso de evaluación, limitándose a mencionar
aquellos aspectos que son de utilidad para el proceso terapéutico. En
Psicodiagnóstico Infantil, siempre se debe incluir al niño en la devolución, lo
que obliga al psicólogo a adaptar su lenguaje para poder ser comprendido por
éste. Este proceso de devolución implica la generación de insight y el manejo
de la ansiedad del examinado.
· Análisis
de los resultados.
· Confección
y entrega del Informe Psicológico: dirigido al solicitante del proceso de
Psicodiagnóstico.
La entrevista de devolución y la redacción
del informe constituyen el cierre del proceso
psicodiagnóstico; y por lo tanto, la transmisión oral y/o escrita de los resultados del mismo. La escritura es
una tarea oral y de síntesis. Se requiere para ello entender a fondo el caso y captar todo el material
recogido. Redactar un buen informe supone haber realizado una buena evaluación psicológica.
El informe escrito es un documento que certifica la labor del profesional y en él se verá reflejada su competencia para analizar y elaborar los datos aportados por las diferentes técnicas. Los
informes podrán ser diferentes en cuanto
a la extensión, al contenido, a la forma o al lenguaje, pero deberán responder
al objetivo de la evaluación:
psicodiagnóstico clínico, informe pericial, evaluación psicoeducativa,
diagnostico psicopedagógico, selección de personal, etc.
En nuestra tradición como psicólogos
clínicos no siempre se llega a esta
instancia, y el registro escrito es reemplazado por la comunicación directa y
verbal de las conclusiones.
En
todos los ámbitos de trabajo no es necesaria la entrega del informe. Sin
embargo facilita la práctica ordenadora de nuestra tarea el consignar por
escrito los aspectos más significativos para archivar un material clínico.
Blenger (1973) dice que el orden en que se
redacte un informe no tiene nada que ver con el orden en el que se han recogido
los datos. Presenta como organización del mismo una guía, pero alerta que no se
trata de un casillero que siempre se
debe llenar:
Datos
de Afiliación: nombre, edad, sexo, estado civil, nacionalidad, domicilio,
profesión u oficio.
Procedimientos
utilizados: entrevistas, tests, registros, objetivos,
cuestionarios, y otros procedimientos.
Motivo
del estudio: por quien fue solicitado y objetivos del
mismo, actitud del entrevistado.
Descripción
sintética del grupo familiar y de otras personas significativas:
le dan importancia a la constitución, los roles y la dinámica familiar, a la
salud, accidentes, enfermedades y a la actitud de la familia frente a ellos.
Problemática
vital: referencia a su vida y conflictos actuales
(cambios, temores, aspiraciones, inhibiciones, etc.).
Descripción
de estructuras de conducta: diferenciar las
predominantes y las accesorias y los cambios observados.
Descripción
de rasgos de carácter y de la personalidad:
incluir la dinámica psicológica, grado de madurez de la personalidad, características
emocionales e intelectuales, social profesional y emocional.
Si
se trata de un informe muy detallado o
muy riguroso: incluir resultados de cada test.
Conclusión:
diagnostico y características psicológicas
del individuo. Responder a los objetivos del estudio.
Incluir una posibilidad pronostica:
fundamentar los elementos sobre los
cuales se basa.
Posible
orientación: Señalar si faltan nuevos estudios. La forma
posible de subsanar, aliviar u orientar al entrevistado.
Referencias:
Foros,
M., Buira, C., Doménech, J., (1980) Psicodiagnóstico
y estadística (1ra. Ed.) Editorial
CEAC. España
Cattaneo,
B. (2005) Informe psicológico (3ra
Ed.) Editorial Universitaria de Buenos Aires. Argentina.
Psicodiagnóstico.
http://www.psicodiagnostico.cl/ (Obtenido el 6 de Junio de 2009)
No hay comentarios:
Publicar un comentario